El Tango según Petroleo

El Tango según Petroleo (35)

Sábado, 17 Diciembre 2011 15:39

La postura

 

Tango Bailado posición correcta: Brazo extendido el izquierdo a la altura de los hombros, cuya mano cierra la de la mujer o compañera, que llena su mano derecha a la altura del hombro, es la que cierra el hombre con su mano.
Cabeza mirando a la izquierda, su compañera a la derecha, mirando la vista, en dirección a las dos manos juntas.
Casi rozando las caras sin tocarse.
Hombros completamente horizontales en ambos bailarines.
Los pechos tocándose ligeramente.
La mano derecha del hombre, los dedos completamente cerrados, sobre la espalda de la mujer, y este brazo enroscado, por debajo del brazo izquierdo de la compañera, para ir al centro de la espalda de ella.
Mano izquierda de la compañera, apoyada sobre el hombro derecho del hombre.
El enlace debe ser perfecto, no se deben separar en lo más mínimo. Cuando danzan juntos, deben mantener la misma distancia, la menor posible entre los dos cuerpos.
De ninguna manera debe soltarse la compañera de los brazos del bailarín, de lo contrario en vez de bailar tango, se hará una fantasía, con el ritmo del tango. Marcar, hacer con esta postura los movimientos que le dicte la música, siempre al compás y el ritmo que determinen los intérpretes, que son los que ejecutan el tango ya sea en 2x4 o 4x8.
Siempre se sale con el pie izquierdo, al hacer la salida, tratar de hacer una figura y después caminar, nunca hacer figuras sobre figuras, sino alternarlas con el caminar.
Tener presente que siempre hay que cerrar después de caminar o frasear o hacer alguna figura.
¿Qué es cerrar? Es juntar el pie derecho con el izquierdo o viceversa, en todas las partes del tango. Se hace esto menos cuando viene la variación, que el tango cambia de ritmo, por eso hay que cambiar de movimientos.
Es de buen bailarín cerrar, es la terminación del movimiento si se cierra el pie derecho con el izquierdo, casi siempre se sale con el izquierdo. Pero si se sale con el derecho, se origina un contraste, en la repetición, es cuando hay que dejar pasar un tiempo, para no obstruir la danza.
No baila mejor aquel que hace o que luce mayor cantidad de figuras o movimientos que otro que danza con un reducido número de ellas, baila mejor aquel que comunica el mensaje, que se desliza con corrección y elegancia, trasmitiendo las emociones que contiene el tema. Siempre, siempre baila bien aquel que comunica las sensaciones, que lleva el ritmo y el compás con exactitud y conjuga elegancia con figuras.
Otra de las características del buen bailarín de tangos es caminarlos pecho a pecho, de frente, con pasos largos, rítmicamente acompasada y después “tranquearlo” que es: los primeros pasos completamente alargados, los pasos siguientes más cortos, siempre los pechos juntos y de frente.

Carlos Alberto Estévez (PETROLEO)

 

Si una pareja de bailarines se decide a prepararse para dar espectáculo, para vivir de la danza, para profesionalizarse, hay que dedicarse intensamente y volcarse enteramente a ese menester.
Hay que trabajar en movimientos espectaculares y ensayar permanentemente formas que llamen soberanamente la atención, siempre respetando la raíz de la danza.
No harán el bailarín y la bailarina, un tango liso, un decir silencioso y comunicativo, que traspase los sentidos y llegue al fondo del alma, a lo íntimo, a lo interno, a lo que solamente lo pueden captar los que palpitan y saben de la emoción.
Hay que hacer un tango gimnástico que toque lo acrobático, espectacular que llegue a la sensación y original que a nadie se le haya ocurrido anteriormente.
Así con estas formas se logra metalizar la danza y se gana dinero, pero bailando un tango, la pareja no puede sobrevivir.
Está bien que bailando el tango, para uno mismo, se logren una emoción y una satisfacción que cubren sin límites la ambición más exagerada, y complace su espiritualidad que necesita eso que el tango le dice y le comunica.
Pero de esa manera nadie lo va a contratar y de la otra, hay muchas mayores probabilidades, el público en general conoce muy poco de tango-danza.
Los bailarines que están en el espectáculo han fabricado una danza de tango que es de exportación, que se la venden a los turistas, que no tiene nada que ver con la real.
Como los de acá también la ven, sus ojos se acostumbran a esos movimientos, que de tanto mostrarlos, se le hacen carne, como si fuesen valederos.
Pero el tango-tango, es otro.
Y así sigue delineándose la coreografía del tango-danza. Ahora que la T.V. le da la oportunidad de mostrarlo en casi todas sus formas.
Lástima grande que sus verdaderos cultores no se aproximan; alguno que otro sí, pero la mayoría no se ha mostrado.
Carlos Alberto Estévez (Petróleo)

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